lunes, 18 de octubre de 2010

88

Un rastro seco de música se quedó marcado en el piso: es una mancha larga que nace junto a los cables desordenados y da la vuelta por el caminito de la luz. Se desvanece junto a la puerta, mezclándose con el agua de las plantas.

El sol apenas va levantando, los ruidos atreviéndose a ser. Yo, comenzando a sentir.

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