miércoles, 28 de julio de 2010

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La sal corroe también los recuerdos: el Betula a medio día nublado, la sonrisa de invierno de las mujeres purépechas, los ojos enormes que se acercan hasta revivir el cíclope de Cortázar...

1 comentario:

Dark Romanticism dijo...

mi alma tan vieja tan castigada tan prudente...