lunes, 22 de noviembre de 2010

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Mi casa, que por unos días se ha convertido en tu casa, me trae esa sensación ya casi olvidada de esperar a alguien, de pensar en plural y sonreír porque llega la hora de despertar y encontrarte en mis brazos, de verte después del trabajo, de saber qué ha pasado en estas horas. La sencilla estructura de la vida que de pronto se vuelve sorprendente. La deliciosa cursilería de los enamorados.

1 comentario:

Erika Madrid dijo...

Me gusta como escribís me da esa sensación a benedetti con su realismo y delicadeza.
Gracias por visitar mi blog.
Eru