Y cómo el futuro era algo que sucedía a cada presente, que se construía con pequeños pasos y gestos. El azar se había vuelto un hilo de plata entre los dedos, temblor ligero de las posibilidades. El mundo seguía, insensato; nosotros simplemente nos mirábamos.
jueves, 17 de febrero de 2011
martes, 8 de febrero de 2011
108
Me asomo al mundo: no hay nada en él que tenga la certeza de esta realidad. Ya lo sé todo. Lo más importante: que lo importante no es saber.
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